¿Es un presupuesto "social" el de España?
Durante
el ejercicio 2013, la distribución del Gasto Público en España fue la
siguiente:
·
Pensiones y otras prestaciones
sociales 40%
·
Sanidad 14%
·
Educación 9%
·
Asuntos económicos: infraestructuras,
agricultura, energía… 9%
·
Servicios públicos generales: ayuda
desarrollo, org. internacionales, etc. 8%
·
Intereses 7%
·
Orden público y seguridad 5%
·
Políticas de cultura, deporte y
otras 3%
·
Medio ambiente 2%
·
Defensa 2%
·
Vivienda y servicios comunitarios 1%
Comprobamos
que de cada 100 € que gestiona nuestra Administración Pública, ya de entrada el
40% (casi la mitad), se destinan a pagar pensiones, la partida más importante
del presupuesto público español. No en vano, nuestro país destaca a nivel
mundial por su potente Sistema Público de cobertura de Pensiones (junto con
otras prestaciones sociales).
Las
otras dos grandes partidas de gasto público español son la Sanidad y la
Educación, en este orden de importancia. En concreto, de esos teóricos 100 €,
España gasta en sanidad pública 14 € y en educación pública 9 €, lo que da una
idea de la importancia que dedica, sobre todo, al Sistema de
Salud
Pública (uno de los referentes a nivel mundial), si bien, en cobertura
educativa podría ser mayor de lo que es.
En
cualquier caso, estas tres primeras partidas de Gasto Público, suponen casi dos
tercias partes del gasto total español (el 63%).
Igualmente
que en educación, España en infraestructuras y apoyo a inversores gasta 9 € de
cada 100. Algunas voces críticas consideran insuficiente el presupuesto
destinado a esta partida, al igual que ocurre con la educación. Seguramente
sería esto posible si no gastase 7 € de cada 100 en el pago de intereses por la
deuda pública. Esta cantidad es excesiva, teniendo en cuenta que hablamos de
deuda soberana (de bajo riesgo), pero los grandes excesos de gasto público
sobre los ingresos de las pasadas décadas, están pasando una alta factura en
concepto de intereses financieros a las cuentas públicas españolas, como ocurre
con la inmensa mayoría de países desarrollados.
Una
considerable partida de Gasto Público (8 de cada 100 €), se va destinada a la
ayuda al desarrollo y organismos internacionales.
Con
estas partidas de gasto tan importantes, apenas queda para el resto de partidas
una minoría de presupuesto: 5% para seguridad ciudadana, un pequeño 3% para la
cultura y el deporte o un menguado 2% para defensa del país. Nos queda otro 2%
para defender el medio ambiente y un testimonial 1% para la vivienda social.
Algunas
ideas objetivas de mejora podrían ser, por ejemplo, la eliminación del 7% de
pago de intereses de deuda pública y destinarlo a las últimas partidas menos
agraciadas. Obviamente, esto implicaría la eliminación de la deuda soberana
española, algo que, desgraciadamente, parece algo imposible actualmente con los
déficits públicos anuales, casi endémicos. Existe otra posible reasignación del
presupuesto público si la partida más importante con diferencia (las
pensiones), se reduce considerablemente. El inconveniente es que habría que ir
sustituyendo paulatinamente el sistema público por un sistema privado de
pensiones, al menos, para que terminase siendo mixto, lo que permitiría
trasvasar gasto público desde las pensiones hacia otras partidas de gasto
también muy necesarias (como por ejemplo, la vivienda). En cualquier caso, el
problema del sistema de pensiones es creciente, dado que la población española
(como la europea) está envejeciendo a un ritmo importante en las últimas
décadas, por los avances sanitarios. Algún gobierno, alguna vez, debería por
fin afrontar con seriedad este problema que se nos viene encima en los próximos
años.
En
conclusión: España articula un presupuesto público social, en el contexto
comparativo mundial, si bien, es lo normal dentro de su contexto europeo. La UE
está configurada por países que a partir de la segunda mitad del s. XX apostó
por potenciar el “Estado de Bienestar”, lo que se refleja en nuestro
presupuesto público español.
No hay comentarios:
Publicar un comentario